A ELLOS...

A ELLOS...
Cuando seamos mas grandes vamos a leer los cuentos del abuelo.

El cuento que leerán mas abajo "UN CUADERNO ESCRITO A LAPIZ" está inspirado en la problemática reflejada en la fotografía

OJOS ALMENDRADOS

Tiene unos ojazos marrones, rasgados y el pelo negro le cae hasta los hombros y ese vestido negro como su pelo, con ese escote y ajustado, que te deja ir imaginando su figura...... y otras cosas.
Yo ahí recién llegado, parado, apoyado en la columna pésimamente decorada con guirnaldas de colores gastados. Mirándola. A ella.
Me miraba de arriba abajo, yo con mi vestido negro escotado, el que me había regalado mamá cuando egresé del Bachiller. Estaba apoyado en esa columna, solo, tan lindo y solo, con su saco gris y sus zapatos brillosos. Crucé las piernas para cambiar de postura en la silla demasiado alta y dura para mí y con ese respaldo tan incómodo, después de un largo rato en esa posición, mirando, escuchando la orquesta. A estos sí que no los conozco, la primera vez que los escucho.
Cruzó las piernas en un solo movimiento gracilísimo y rápido, aunque la imagen se proyectara en mis pupilas en cámara lentísima mostrando, sin querer o queriendo, la blancura de sus tersos muslos. Atiné a meter , en un movimiento impensado y buscando no se qué, mi mano en el bolsillo del saco gris que Carlos me había prestado para la ocasión y bajé la vista hasta mis zapatos lustrosos. La misma de siempre. Digo yo.... ¿ cuándo traerán otra orquesta ?. Para variar....digo yo.....pero no, siempre los mismos. Siempre.
Pero que tonto, justo cuando pensé que me iba a hacer una seña para invitarme a bailar, bajó la vista hasta el suelo. Ahora aprovecho y le digo a tía Cota, a la izquierda mía ( menos mal que conseguimos una mesa para nosotras dos) que tengo sed, llame al mozo y ordene lo que quieras para ella y una cerveza para mí. Crucé las piernas para el otro lado y en el mismo momento miré hacia la columna. Sentí otra vez su mirada atravesándome.
Que ganas de invitarla a bailar tengo. Ahora.... pero justo cuando levanté la vista para cabecearla, conversaba con el vejestorio ese que tiene al lado. Que lindas piernas tiene.... y ese escote. Ahora. Ahora le hago señas y..... el mozo está dejando en la mesa una cerveza y una botella de agua mineral. No hay una sola mesa desocupada en todo el salón. -Hola Carlos, ¿ todo bien ?
Justo. Justo ahora viene ese y se pone a conversar. Mejor me tomo la cerveza y dejo de mirar para ese lado no vaya a ser cosa que....linda música están tocando, un poco movida para mi gusto, la primera vez que vengo a bailar a este club, en realidad la primera vez que salgo a bailar, por eso lo de tía al lado mío, no va a ser cosa.....
Yo que vengo siempre, es la primera vez que la veo, mamita que piernas. Listo, me juego no vaya a ser que me la soplen, como me pasa a veces, en realidad bastante seguido que cuando le echo el ojo a alguna entre que me decido y voy...zas, pero ahora no pienso, ni pienso perder esa morocha, menos con la música que están tocando.
¿Y ahora donde está ?, que porquería esa columna, o será que al no estar él....tendría que...pero me dá no se que....me estoy poniendo nerviosa, mejor me calmo sino la tía Cota se va a dar cuenta y como le explico. Voy a tratar de disimular y mirar para atrás.... mejor no. O sí.
Es un poquito mas baja de lo que creía, que lindos ojos, me encanta su pelo negro ese mechón que le cae para un costado y ella, en un movimiento acomoda, como si un compás de la música hubiera sido creado para alguien que quisiera acomodar su pelo –negro- para un costado, y ese perfume y que manos finas...., y que cinturita, que bien baila, y ese escote....y mejor me concentro porque casi la piso.
Casi me pisa, pero no importa, es mas alto de lo que creía, que bien baila, y que rico perfume, que varonil, que manos fuertes, me encantan sus pestañas, que cosa rara, tan arqueadas para un varón y este pelo que se me cae para el costado, que espalda ancha y que brazos fuertes y mejor que trate de seguir el paso, sino en cualquier momento lo piso.
Podrían cambiar la música y tocar algo más lento, un bolero o algo así. Qué piel suave tiene. Le tengo que preguntar como se llama, dónde vive, con quien vive, que hace, y ese escote....y ya está, ya acomodé mi mano en su espalda como yo quería, es decir ahora voy a tratar de acercar mi cara a su mejilla justo ahí, y ahora....., mas cerca, qué rico perfume, que ganas...menos mal que cambió la música. Si me viera Carlos.
Bueno, cambió la música, que lindas pestañas, un bolero, como me aprieta, de a poquito me voy dejando acercar a su mejilla, su cara tan cerca y el perfume tan varonil y cómo se llamará, qué hará, dónde vivirá , con quien vivirá, qúe ganas de preguntarle, mejor espero que lo haga él, qué ganas...Que no me vea tía Cota.
¿A quién le estará haciendo señas el vejestorio?, a mi, a ella y me doy vuelta y la veo a tía Cota mostrándome el reloj y la seña y esta vieja justo ahora que el vestido negro y que tía esperá un momento mas y yo ahora que hago si ni siquiera sé como se llama, podía esperar un rato mas que todavía es temprano por ser sábado y no se nada de él, y ella insiste y como hago, que le digo y lo agarro de la mano y me acerco a ella y me agarra de la mano para acercarnos, que ni siquiera sé su dirección y ni probó su cerveza pero nada, que mañana hay que ir temprano, pero tía Cota que hoy, que mi cerveza está sin tocar, lo miro a los ojos y quiero explicarle, me estoy yendo y la miro a los ojos, como si quisieran decirme todo, cuando se alejan, precipitadamente, esos ojos almendrados…….

No hay comentarios: