Un chico -no tan chico- en la calle, recluso de su propia desdicha, perdido (irremediablemente ?) en su mundo tenebroso.......
Cerró sus ojos cansados,
abrió su cuerpo hacia el mío,
juró lo que ya había jurado
abandonar, ya, ese vacío.
Abrió su boca en un gesto,
cerró sus puños gastados,
sacó fuerzas de su resto
y se golpeó desesperado.
Cerró su sangre a la vida,
abrió su corazón a la muerte,
de sus cosas mas queridas
hechó el saldo a pura suerte.
Abrió su alma a penumbras,
cerró su iris a los colores,
la tenue luz que aún lo alumbra
sólo deja verle horrores.
Cerró el tacto a la piel suave,
abrió su pecho a la herrumbre,
pasajero solitario de una nave
que lleva por sol una lumbre.
Abrió su liquidada historia,
cerró su presente umbrío,
se revolvió entre la escoria,
entre su mundo y el mío.
Cerró sus brazos llagados,
abrió su espasmo a la gente,
alzando un gemido ahogado
desde su mundo, inconsciente.
Abrió su palma, implorando
mas, y ahora...! de lo mismo.
cerró sus ojos, llorando.....
y se perdió en el abismo.
El cuento que leerán mas abajo "UN CUADERNO ESCRITO A LAPIZ" está inspirado en la problemática reflejada en la fotografía
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